viernes, 24 de mayo de 2013

Leyendas y mitos sobre las planta...





Las plantas y sus mitos…Visión mágica…Como decía un reconocido poeta hindú “no es posible tocar el pétalo de una flor sin que se estremezca una estrella”.

Conoceremos la historia oculta de algunas plantas, camufladas en leyendas, mitos o tradiciones ancestrales, hablaremos del porqué de estas populares plantas.

Cada ser vivo cumple un papel fundamental en el universo. Se sabe que hierba es buena para curar tal enfermedad, para hacer tal o cual infusión o incluso cuales son mortales, pero se ignora, a veces, a que tradición inmemorial puede estar vinculada cada planta, lo cual explicaría en parte esas propiedades benéficas o maléficas que se les atribuyen.

Estamos rodeados de cosas a las que apenas prestamos atención a lo largo del día, una de ellas es la propia naturaleza. En la historia oculta de las plantas hay leyendas que nos remontan a mitología grecorromanas o nos hablan de árboles mágicos. Se dice que el olmo, el roble, el sauce y el tejo son los hogares de los elfos, en novelas de fantasía y folclore se los describe como seres pequeños, de orejas puntiagudas que viven en el bosque y llegan a tener poderes mágicos. Cuando un árbol muere, sus devotos hacen una compleja ceremonia para trasplantar al genio o espíritu del árbol a un retoño. Nos encontramos también con aspectos tan curiosos como es el hecho de cultivar jardines antivampiros, donde se colocarán cerca de puertas y ventanas, rosales silvestres, ajos, cicuta y ajenjo, para que estos seres no penetren en las viviendas.

El laurel, tiene su origen en una ninfa, Dafne. Apolo la cortejaba, pero al comprobar su fracaso, dijo entonces  a Dafne, “si no puedes ser mi amante, me serás consagrada eternamente. Tus hojas serán siempre verdes y con ellas me coronaré”. Así se consiguió que la ninfa Dafne y el laurel pasaran a ser una misma cosa y se consagrara este árbol de hoja perenne al dios Apolo.
En Inglaterra a la ruda se la llamaba hierba santa porque se solía mezclar en un brebaje que hacía beber a las personas que se decían estar poseídas, para calmarlos o curarlos. Los más eficaces amuletos para protegerse de las brujas, contenían ruda y apio. La ruda era muy popular para ahuyentar a espíritus malignos, tan popular que tiene unas estrofas cantadas que dicen: Si los mozos supieran/ lo que es la ruda/ no salieran sin ella/ noche ninguna.

El abeto, está considerado en la actualidad, como el símbolo de la navidad, pero en realidad está ligado a tradiciones germánicas y escandinavas, y lo que simboliza con sus luces es el firmamento, así como las almas de los antepasados, cuyo recuerdo sigue aún vivo en el hogar en tan entrañables fiestas.

El tilo está dedicado a la diosa escandinava, Freyra, era símbolo del amor, amistad y fidelidad. Bajo sus hojas se celebraban las reuniones de las tribus celtas, así como sus juicios. Cuenta una hermosa leyenda romana que Júpiter pidió una noche asilo en una choza de Frigia y fue acogido por un matrimonio anciano, al recibir tan cariñosa hospitalidad, el dios les dijo que pidieran un deseo y fuera cual fuera se los concedería. Ellos tan solo pidieron morir juntos.  Cuando al pasar de los años murieron, júpiter lo convirtió en tilo y a la anciana en encina, cuyas ramas y raíces estaban tan entrelazadas que eran imposibles desunirlos.

El helecho es una planta criptógama que nunca florece y de ahí el mito de su flor imposible. Dicen diversas leyendas que quien consiga recoger una de estas flores adquirirá suerte de por vida, así como poderes milagosos.

Según la mitología romana, al legar el cristianismo, dice que las lágrimas que María Magdalena vertió arrempetida, se convirtieron en bellas margaritas al caer al suelo.

El abedul es mágico en varios sentidos, en los países eslavos se creía que en estos árboles habitaban los espíritus del bosque y las ramas servían para serenarlos. Sobre las cunas de los niños se ponían ramas de abedul para protegerlos.

Desde tiempos antiguos se empleó la corteza del sauce como medicina, dada la presencia en ella de la salina. Al lado de su historia, se dice también que la escobas de las brujas se hacían de palo de fresno y ligazón de sauce. Es por eso, el árbol de los encantamientos.

El mago Merlín enseñaba a sus discípulos debajo de un manzano, árbol de poder oracular.


Los antiguos romanos adoraban a la higuera porque la creían responsable del emplazamiento final de la ciudad de Roma. Según el mito, la cuna de Rómulo y Remo, a la deriva del río Tíber, quedó atrapada en las raíces de una higuera.

Los frutos del avellano aparecen a menudo en los cuentos de hadas, como símbolo de sabiduría y adivinación o como recipientes mágicos.

El perejil tiene fama de hierba misteriosa, ya que los gladiadores la levaban antes su mortales combates en la creencia que les daba fuerza y astucia.

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