martes, 17 de septiembre de 2013

Esencia de jardín...


Como diría Victoria Ocampo…“Los perfumes son como los sonidos, fijadores poderosos del recuerdo, porque un jardín además de entrarnos por los ojos nos entra por la nariz, esa puerta de nuestro ser que nunca se puede cerrar”.

El aroma nos transporta  y nos arrebata, quizás porque es uno de nuestros sentidos más primitivos.

Esta magia de los olores la que nos lleva, aún en el más pequeño o en la más minúscula maceta, a tener alguna especie que nos haga soñar. Pueden ser sus aromas alegres o tristes, melosos, dulces, fríos o cálidos…reconocibles como el del pasto recién cortado, inquietantes como el que trae una tormenta a punto de desplomarse o cálidos como el de la tierra mojada por la lluvia. ¿Quién puede evitar reconocer en el aire la cercanía de un limonero en flor, un bosque de pinos o una avenida de eucaliptus? Y ¿cuantas veces nos hemos parado en la calle  al pasar por un paraíso florecido o por un jazmín chino avisando que la primavera ha llegado?

La naturaleza se ha esforzado especialmente al dotar a las plantas del exquisito adorno de las fragancias, sea para atraer con ellas a sus polinizadores o para deleitar nuestro sentido. Curiosamente, la mayoría de las flores perfumadas está entre las blancas, será que a falta de color, buenos son los perfumes….

Los más distinguidas por su aroma…
Jazmín chino o polyanthum. Es una trepadora perenne de tallos envolventes. Se caracteriza por su crecimiento vigoroso, follaje persistente y una floración muy perfumada. Los pimpollos tienen un tinte rosado antes de abrir y luego se transforman en fragantes flores blancas, que se despliegan en abundancia durante casi un mes. Prospera en sol pleno o de medio día y no tolera períodos de heladas prolongadas. Sus pimpollos rosados fuerte también son muy decorativos. Sin lugar a dudas es el que señala la llegada de la primavera.

 
Jazmín del país u officinale. Enredadera  de follaje persistente, sus flores perfumadas y blancas de hasta 2cm de diámetro. Necesita de algún tipo de soporte que le permita enroscar sus tallos volubles. Es rústico, pero debe ubicarse en un lugar protegido ya que no tolera las heladas intensas. Necesita de sol pleno. Su floración es muy sutil y duradera en casi todo el año.

 
Jazmín del cabo, Gardenia. Arbusto cuyas hojas, verdes y brillantes, conservan su atractivo durante todo el año. Las flores blancas e individuales se destacan entre las hojas y salen de unos capullos también verdes y brillantes. Es una especie apta para macetas. Tolera mejor el sol de la mañana y el suelo debe ser ligeramente ácido. Su perfume es inigualable.


Jazmín del Paraguay.  Arbusto  que crece tanto en sol como en media sombra. Su follaje es verde medio, y muy sensible a las heladas. Se caracteriza por el perfume y porque sus flores viran del violeta al lila y luego al blanco en un período de tres días. Después de la floración se pueden despuntar las ramas para favorecer la ramificación  durante el desarrollo siguiente, con lo que aumentará su abundante floración.

 
Madreselva. Especie perenne de crecimiento vigoroso, con tallos flexibles, los cuales se van enredando. Florece en primavera y verano. Las flores son muy vistosas y fragantes, tubulares, algo rojizas en el botón floral, blancas al abrirse, cremoso amarillentas al envejecer y caedizas. Resiste la sequía, y exige muy pocos cuidados. Tolera las heladas. Se recomienda podar después de la floración para evitar que la planta sea demasiado frondosa y se desparrame. Se multiplica por estacas y por semillas.


Dama de noche. Especie de follaje perenne que posee ramas abundantes y arqueadas. Sus hojas lanceoladas, de color verde claro brillante. Sus flores se presentan en forma de trompeta de color amarillo verdoso que se abren de noche desplegando su intenso aroma. Conviene ubicarla protegida. Crece mejor en climas templados ya que es sensible a las heladas. Se multiplica por esquejes.


Lavanda. Especie de follaje perenne, grisáceo y pubescente. Posee flores lilas pequeñas, con su aroma muy intenso, al igual que su follaje. Su floración es muy interesante y conserva su atractivo follaje durante todo el año. Es muy resistente al frío. Ofrece los aceites esenciales más apreciados.  Sus flores son ideales para secar y hacer ramos duraderos.
 

Jardines de sombra...



Hay jardines de colores y hay otros cuyo encanto reside precisamente en su monocromía. Hay jardines donde es verde por donde se lo mire, pero eso sí, con todos sus tonos y sus texturas.

No se trata necesariamente de jardines oscuros y en sombra total. Hay lugares en los que el sol se hace ver por pocas horas y será conveniente elegir las plantas que mejor se adaptan a la falta de luz. Suelen ser ambientes húmedos y frescos ya que el agua tarda más en evaporarse. Los jardines de sombra guardan encantos que no siempre se valoran, como la variedad de texturas y hojas en distintos tonos de verdes  y de las luces que se filtran entre las ramas. Además, los colores se tornan más brillantes y luminosos. Muchas veces, aunque tengamos buena orientación, hay muros o altas medianeras o arboles de copa globosa y densa  que tapan la entrada de los rayos del sol. Existe una gran variedad de especies que se adaptan a este tipo de situaciones. Muchas veces un jardín a la sombra puede ser un jardín con diseño y con mucha vida.

 
Especies elegidas por su color, resistencia y texturas.

Plectrantus: herbácea perenne, muy ramificada, con hojas de color verde oscuro y con las nervaduras y el envés rojizos. Los tallos forman raíces cuando se apoyan en la tierra. Sensibles al frio, prefieren suelos húmedos , fértiles y con buen drenaje. Es muy utilizado por sus hojas que varían en texturas y color según la especie. Su floración también da un toque distinguido.

 

Clivia: Herbácea que alcanza los 060cm de altura. Las inflorescencias se presentan en densas umbelas de flores acampanadas de color anaranjado. Su época de floración es fines de invierno. Es aconsejable no cortar las varas de flores pasadas  ya que darán lugar a unas bayas grandes de color rojo. Se recomienda cultivarla en lugares protegidos.



Hiedra: Enredadera leñosa de follaje perenne, generalmente usada como trepadora o rastrera. Hay muchas especies y variedades, que varían en tamaño y color de follaje. Es de gran resistencia. Tolera muy bien el frío. Se usa en cercos, muros y por debajo de los árboles.

Acanthus mollis (cucaracha): Herbácea de hojas muy grandes, de color verde oscuro, arrosetadas y dentadas. Las flores  son largas inflorescencias que aparecen a fines de la primavera. Es sensible al frío. Sus raíces son invasoras y esto da origen a nuevas plántulas.

 
Pteris: Helecho muy rústico, de follaje perenne y de hasta un metro de longitud. Se lo utiliza en maceta como en el suelo

Pasto inglés: Planta herbácea, perenne con raíces estoloníferas, que forman densas matas de follaje. A fines de verano aparecen unas pequeñas inflorescencias de color violáceo o rosadas que aparecen entre las finas cintas de las hojas. Tolera muy bien el frío. Se la utiliza para bordes de canteros y debajo de árboles a modo de cubresuelo.

Vinca: Herbácea perenne y rastrera. Se cultiva por su follaje y sus flores. De crecimiento vigoroso, puede llegar a ser invasora. Su floración es a fines del invierno y en primavera con flores de color azul liláceo.


Buxus: arbusto de crecimiento lento, con follaje compacto y perenne. Sus hojas verdes brillantes, pequeñas y lustrosas. No presenta exigencias de suelo, se adapta a la poda. Posee la virtud, de vivir tanto en el sol como en la sombra y posee  tolerancia al trasplante.

Azareros enanos: arbusto mediano de color verde brillante. Su follaje es denso,  rústico y de fácil cultivo. Protegerlo de las heladas. Tolera bien la poda. Vive tanto en sol como en lugares de sombra.

Sansevieria: Es una planta acaulescentes. Las hojas, erectas, linear-lanceoladas, hasta 140 cm de largo y agudas, rígidas, verde con líneas transversales verdes más pálidas, los márgenes enteros, verdes o a veces amarillos o crema. Es una planta muy ornamental, ideal para lugares de sombra. Protegerla del frio.

 
 
 
 
 
Helechos arbóreos, asparagus, dietes, philodendros, ajugas y lamiun entre otros.

 

 

Cercos...Entornos intimos y agradables.


 
Para dividir y aislarnos del entorno.

A que llamamos cerco? En cuanto a su función, los cercos pueden actuar como muros. Es aquel que básicamente nos brindará un ámbito íntimo y un entorno agradable en el cual nos sentimos contenidos y resguardados. Formarán parte del esqueleto del jardín, marcando sectores y dividiéndolo de acuerdo a las distintas necesidades.

Para comenzar a dar forma al cerco debemos hacer un estudio del lugar, terreno, asoleamiento y trataremos de definir un estilo o de acompañar el de la casa y el jardín –francés, inglés, moderno, clásico-

Para que sirven? Para marcar límites, ocultar vistas no deseadas, filtrar ruidos, crear una valla de seguridad, como telón de fondo.
  -De ocultamiento: para impedir vistas es ideal plantar especies de crecimiento compacto –azareros, laurentinos, photineas, jazmin de leche….
  -Ornamental: ideal para plantar cerca de la casa o lugares muy visibles del jardí , generalmente, combinaremos textural de follaje y floración. También los conocemos como cercos mixtos.
  -De protección: las especies espinosas son las ideales para cumplir esta función _crataegus, berberis, muérdagos, rosas trepadoras.
  -Contra vientos: en lugares ventosos el cerco cumple la función de reparo, por lo tanto, las especies deben ser tupidas, de texturas densas –ligustros, formio, cupresocyparis.

Tipos de cerco-
Cerco mixto: muy usados en los jardines dónde queremos disimular los límites y hacer que éste forme parte de un paisaje natural o informal. Combinar cualidades prácticas y ornamentales. Se adapta muy bien a esos espacios dónde no hay alambrados, o estructuras que soporten las plantas. Se usan para marcar límites un tanto más libres, con más movimiento. De esta manera, el cerco pasa a formar parte del paisaje, tiende a fundirse con el entorno, tapando, pero sin generar líneas muy marcadas.

Combinamos varias especies, pero debemos tratar que no se transforme en un muestrario de plantas, hay que lograr armonía y que resulte agradable a la vista.

Las plantas más interesantes  usadas en este tipo de cercos, son aquellas de crecimiento abierto, con follajes y floraciones interesantes. Se plantarán en grupos  cuidando que presente interés a lo largo del año.

Especies indicadas: Abelias grandifloras, acacia baileyana, calistemon saligna, oleas, photinias, coronitas de novia, laurentinos, phormios, paspalum.

Cercos formales:En contrastes con los mixtos, los cercos formales marcan líneas fuertes, geométricas, delimitando el paisaje y creando estructuras importantes dentro del jardín. Se componen de una sola especie. La planta elegida debe ser estructurada, rígida y soportar podas fuertes y repetidas, para mantenerlo prolijo y compacto. Recomendamos usar –lambertiana, leylandis, Eugenia, oleas, laurentinos.

Cercos de materiales: Así llamamos a los cercos cuya estructura básica no está compuesta por plantas, sino que sirven de apoyo a las mismas. Estos cercos pueden resultar muy interesantes, sin soportar  de que las plantas crezcan para tapar, ya que esa función lo cumple la estructura. La función del cerco es de aportar una pincelada de color o movimiento a ese elemento rígido. Generalmente elegimos enredaderas y plantas con follajes caducos o perennes.






Los materiales más comunes, serán cañas, durmientes, troncos o material de construcción. Las especies apropiadas, madreselvas, jazmín chino, jazmín de leche, azoricum, hiedras. No mezclar muchas variedades de enredaderas en una misma estructura.

Plantación de cercos: para la plantación debemos seguir los mismos criterios que para plantar arbustos. Debemos replantear la ubicación de cada una, que según las especie elegidas nos determinará la distancia de plantación entre cada ejemplar. Si plantamos cercos mixtos, generalmente no se colocarán en línea recta, sino en trebolillo, para lograr movimiento.






 
 

Arte Topiario... Las plantas convertidas en esculturas.

 

 
Las topiarias.   Cuando la poda se eleva a la categoría de arte se hace merecedora de un nombre propio y distintivo: estamos ante arte topiario. Este Arte topiario es una poda exclusivamente ornamental, llegándose a conocer estas creaciones como "esculturas vivientes". Se trata de guiar a la planta hacia una forma especial impuesta por la imaginación del jardinero o diseñador. Tiene su origen en los jardines romanos y va a continuar, en los jardines de Versalles en 1662, que va a dar a las plantas (principalmente al boj) formas cónicas y piramidales. En Inglaterra, las formas van a ser redondeadas, medias lunas, rombos, corazones y arcos.

Su objetivo principal es atraer la atención del espectador solo con un golpe de vista. Necesita muchos años de paciencia y dedicación para lograr resultados verdaderamente espectaculares.
El arte de la topiaria es una práctica de jardinería que consiste en dar formas artísticas a las plantas mediante el recorte con tijeras de podar. El nombre deriva de la palabra latina topiarius 'jardinero-paisajista ornamental', creador de topia o 'lugares', una palabra griega que los romanos aplicaron también a los paisajes interiores ejecutados al fresco
Para dar la forma deseada a una planta se necesitan normalmente unos cuantos años de intervenciones, que consisten, entre otras técnicas, en utilizar  y armazones metálicos para guiar el crecimiento y darle formas que de otro modo no se podrían conseguir.

En los viveros se pueden comprar plantas ya formadas en conos, esferas, obeliscos, etc., pero también es posible hacerlas uno mismo comprando un arbusto "normal" y guiándolo desde cero.
 
Normalmente hay que tener bastante paciencia porque es un proceso que requiere varios años para ver su resultado.

Un jardinero con mucha práctica con las tijeras puede cortar "a ojo", tanto la formación como los recortes de mantenimiento, pero corrientemente se utilizan armazones de madera, hierro o alambre, cuerdas y tablas.

Son ideales las plantas perennes de hojas pequeñas y crecimiento de medio a lento, una propuesta simple y no muy costosa si lo hacemos en nuestras casas.

Algunas de las especies vegetales utilizadas, además del buxus, son las eugenias,  los Ligustrum , hiedra, romeros, azareros, ficus, hoy vemos topiarias de santa rita y hermosos rosales. Y leilandis en formas de tirabuzón.

Como dar forma a una Eugenia o un buxus, tome como punto de partida un ejemplar ya crecido, porque tarda de dos a tres años en llegar a la altura necesaria para poder dar la forma escultural.

Para las eugenias con formas de chupetín, elija una rama principal, y saque todas las ramitas del tallo hasta que crea necesaria la altura, luego arme la bocha, o esfera.

Una vez que crecieron los nuevos brotes, pode las puntas con una tijera de mango doble dando al arbusto la forma que desee. Otra manera de lograrlo es colocando un arco de alambre grueso en la maceta e ir girándola a medida que poda.

Podemos plantar en macetas de diez litros un ejemplar de eugenias, que son nuestras preferidas, y lograr formas muy originales, de una, dos, tres bochas.

Forma de conos: Un gran clásico del arte topiario, y el más fácil de conservar ! La formación es bastante rápida, de 4 a 5 años máximo según el diámetro y la altura deseada. Puede ganar tiempo plantando una pirámide pre-formada por el vivero. No olvide que esta forma puede desequilibrarse rápidamente. La vegetación crece más rápido en la parte alta (que sin embargo debe de ser la más fina ) y abandona la parte baja ( que debe ser la más ancha ).



Forma de bochas: Esta poda es mucho más fácil de lo que parece, particularmente porque el vegetal está bien adaptado a las formas topiarias, como el buxus, azareros, eugenias.. La formación es rápida de 4 a 5 años o más según el diámetro deseado. Es posible ganar tiempo plantando una bola ya formada en el vivero. El trabajo de la poda le será facilitado.



Dibujos con hiedras: Sobre una estructura de hierro, guiar la hiedra para que trepe por ella. Plantarla cerca de la base y entrecruzar las ramas alrededor de los alambres. Una vez que crece, desenredar los brotes y guiarlos nuevamente hasta lograr la forma deseada. Puede intentar diseños muy variados: pirámides, esferas, espirales de varios pisos y arcos.


 
Secretos: Los arbustos perennes en maceta, necesitan, un sustrato suelto y un buen drenaje. Su mantenimiento es fácil, crecen al sol, media sombra o sombra, según la especie. El riego debe ser normal como el de cualquier tipo de planta. La fertilización debe ser mensual. Solo requieren el cuidado de la poda estética. Cada dos meses en los tiempos  fríos y cada tres semanas en verano, haremos el trabajo de poda. El mantenimiento se basa en no dejar los brotes que sobresalgan más de 15 centímetros del perfil. Esto es lo recomendable. Anímese….realmente son impactantes…
 
 

Poda de invierno...



 

Invierno, buena época para trabajos de poda.

La pregunta frecuente es…cuándo podar?  Debemos saber, si la planta es perenne o caduca, su época de floración, y su duración del período de crecimiento. También  podemos hablar de dos tipos de podas; una es la poda seca; que es la poda de invierno y se hace en plantas leñosas y caducas cuando están en reposo. Otra es la poda verde, que  es la poda de primavera- verano, donde se corrige la forma de los ejemplares, se quitan horquetas y chupones de la base.

La poda sirve para mantener el equilibrio entre la parte aérea de la planta y las raíces, para modificar o controlar el tamaño y la forma del ejemplar y para regular la cantidad o el desarrollo de las flores y los futuros frutos.

Básicamente debemos considerar dos situaciones al realizar esta tarea en el jardín. Podar, es el acortamiento de ramas a diferencia  del raleo, que consiste en suprimir por completo la rama de un árbol, arbusto o trepadora,   ya sea para mejorar el aspecto de la planta, para lograr abundancia de flores o para obtener una brotación más tupida del follaje. La forma, también será uno de los aspectos a tener en cuenta antes de realizar la poda. Puede ser una estructura típica de jardines clásicos, que se conoce como “arte topiario”, con formas bien definidas, o en el caso de jardines más naturales, manteniendo la silueta natural de la planta.

Fines de la poda: -restaurar una planta cuando sufrió un daño o tiene crecimiento defectuoso.
- compensar raíces que se pierden durante el trasplante.
- dirigir el crecimiento.
- dar forma adecuada a la especie. 
- eliminar ramas muertas por que pueden propagar enfermedades.
- quitar ramas que dificulten circulaciones.
- favorecer o estimular la producción de flores y frutos.

Lo importante para realizar la poda de una planta es que debe ser una buena razón!!!

Tipos de poda: De limpieza: consiste en eliminar ramas secas y enfermas, chupones (que son los brotes que crecen de la base o del injerto), y ramas que se cruzan demasiado deformando la planta. Esta práctica se aplica si queremos abrir la copa de un árbol o eliminar ramas del interior de un arbusto muy tupido, facilitando el paso de luz, aire y así favorecer su crecimiento.

De rejuvenecimiento: La mejor época es el invierno, cuando la planta descansa. Es una poda drástica, se quitan las ramas más gruesas desde la base de su crecimiento. Esto estimula la nueva formación de ramas.

La vejez de una planta se reconoce por debilitamiento de la planta, aparición de enfermedades, tallos finos, presencia de líquenes y hongos en la corteza, poca floración, hojas de menor tamaño al normal y sin brillo.

De floración y fructificación: se realiza para obtener mejores flores y frutos de calidad. Para esto debemos conocer las plantas, datos como en que ramas florecen (de este año o del año anterior), en que parte de la planta, en la punta o a lo largo de las ramas. Es importante para cuando producimos flores o frutales.

Como efectuar los cortes. Los tallos de las plantas presentan sectores engrosados, con tejidos de crecimiento, que se denominan nudos y en donde se localizan las yemas que darán origen a las nuevas ramas, las hojas y los frutos. Aquí debemos ver como se insertan las yemas en los tallos. Pueden ser alternas u opuestas y cada tipo requerirá un tratamiento diferente. En las alternas se hará un corte a bisel a 3 o 4mm de la yema, para evitar enfermedades fúngicas. Un ejemplo de yemas alternas es el rosal. En las yemas opuestas se cortará también a unos 4mm de la yema, pero en forma recta, con lo cual brotarán dos ramas laterales, una de cada lado, un ejemplo típico es la hortensia. Es recomendable después de la poda pulverizar con productos fúngicos para evitar infecciones futuras.




Como cuidar nuestras tijeras:
Para asegurarse el funcionamiento y la durabilidad de las tijeras, es importante realizar un correcto uso y mantenimiento: -limpiar las cuchillas de las herramientas cortantes con un trapo engrasado o con lana de acero después de cada uso. -ajustar la tensión de la cuchilla con el fin de cortar más eficientemente y con un acabado mejor.-Afilar las cuchillas o reemplazarlas en el caso de tenerlas muy dañadas y gastadas.-mantener las herramientas de jardinería ordenadas. Una manera es colgarlas en un tablero con el dibujo de la silueta de cada una. Este sistema facilita la identificación de las herramientas que faltan y constituye un medio

Precauciones para principiantes: Si debe realizar una poda en altura de una trepadora en un muro o de un arbusto alto, cuidado con la escalera a usar. Tendrá que estar en perfecto estado, bien asentada o atada al árbol para mayor seguridad. Evite trabajar si las plantas están húmedas ya que pueden producirse deslizamientos. Si las ramas del árbol a cortar estuviesen a una altura superior a los tres metros, conviene colocarse siempre un arnés especial que permite sostenerse a las ramas más gruesas y un casco de seguridad, como los que emplean en las obras en construcción. No trabaje solo, estas tareas son para realizar en equipo.

martes, 9 de julio de 2013

Hora de tutorar...


A tutorar…como protección de los fuertes vientos, para guiar sus troncos y ramas, para evitar que se deformen…

Los tutores se utilizan para mantener firmes las plantas, lograr que los troncos crezcan derechos y evitar que el viento los mueva y entre aire en las raíces, lo cual puede causar la desecación de los vegetales. Son parte del mantenimiento del jardín y saber como elegirlos y colocarlos según si se trata de árboles, arbustos o herbáceas nos ayudará a guiar la planta, evitar problemas futuros o, incluso tener que reemplazar.
No solo se deben tutorar los árboles, sino también se usa en arbustos y herbáceas.
 
 
Los árboles. Los tutores en los árboles no le permiten tener movilidad,  es un buen sistema para aquellos ejemplares con ramas muy pesadas y para zonas muy ventosas. Deben colocarse del lado de donde sopla el viento dominante y lo que va bajo tierra debe estar enterrado, al menos, 50 centímetros para anclarse bien. Se puede optar por pintar esta zona con brea, para que dure más tiempo sin pudrirse. Se utilizan tutores de madera de álamo, sauce o fresno. La altura debe ser igual a la del tronco, hasta el comienzo de la copa. Las ataduras de las plantas al tutor pueden hacerse de diversas formas, pero siempre evitando que se dañe la corteza del árbol. Las más utilizadas son tiras de caucho, o mangueras cristal con alambres por dentro. La atadura se hará en forma de ocho, dejando un extremo más largo para ir aflojando la tensión a medida que el tronco crezca en ancho, Se harán dos ataduras, una cerca del suelo y la segunda a la altura de la horqueta  o cruz, que es el punto donde comienza la copa. El extremo que va enterrado debe ser cortado a bisel, para que penetre bien en el suelo.
Se recomienda no usar trozos de ramas gruesas como tutores porque pueden brotar y dar retoños, en caso de ser utilizadas, hay que descortezar la rama previamente y así no brotará.
Si los ejemplares son muy pesados o muy altos, como suele suceder con algunos árboles de hojas caducas, palmeras o coníferas, y su pan es de gran tamaño, se harán ataduras a los tres vientos. O sea, se sujeta el árbol con tres cuerdas o alambres galvanizados, sostenidas cada una de ellas al tronco por uno de sus extremos, previamente pasadas la manguera a modo de protección., y el otro extremo se sujetara a estacas clavadas en el suelo. Tanto los tensores como las estacas deben señalizarse de forma visible para evitar tropiezos y accidentes.
Los arbustos. En estas plantas se pueden presentar dos situaciones:
 
 
 
Que los arbustos estén plantados en forma aislada. En tal caso se utiliza un solo tutor y puede ser alguna caña robusta, o algún tutor de madera no tan grueso.
Que los arbustos estén a modo de cerco o setos. Al plantar arbustos alineados en un cerco perimetral se colocarán, de tramo en tramo, tutores a ambos lados y alineados con el seto. Luego, se tenderán líneas de alambres, a 0,40; 0,80 y 1.20 cm sobre el nivel del suelo, tensándolas de tal manera que mantengan las plantas en posición erguida. Se mantendrá así durante dos años, hasta lograr que los arbustos desarrollen raíces fuertes y profundas.
Las herbáceas. Una forma casera y divertida  es construir nuestros propios tutores. Si le dedicamos un poco de tiempo a nuestra imaginación, los resultados pueden ser muy interesantes y además de cumplir su función de sostén, dará una nota decorativa en los canteros y en la huerta. Lo primero que debemos tener en cuenta es qué va a sostener ese tutor. Anuales de floración primaveral, enredaderas, o plantas en la huerta. Podemos fabricar tutores con varillas de mimbre, con hierros de construcción, o cañas finitas. También podemos usar anillos cerrados o semi cerrados de alambre que se entierran para mantener erguidas las herbáceas.


 
Las plantas que necesitan un tutor para enredarse o sostenerse: arvejas, chauchas, tomates, pimientos, berenjenas, arvejillas, achileas, espuelas de caballeros, dalias, fresias.

La camelia...la flor más bella del jardín.


Las camelias…en el lenguaje de las flores, significa “te querré siempre”

 Las camelias cautivan a hombres y mujeres alrededor del mundo. Son hermosas, delicadas y un arbusto infaltable en cualquier jardín. Pero para conocerlas más es importante saber de dónde vienen. Es por ello que hoy hablaremos un poco de su historia.

A finales del siglo XVII, los navegantes europeos la descubrieron en el sudeste asiático. La camelia, una planta de flores tan delicadas fue confinada por mucho tiempo a los invernaderos como algo demasiado frágil para formar parte de la vida cotidiana.

Mil años antes de Cristo la Camellia sinensis era ya venerada en todo el sudeste asiático, su hábitat de origen, pues con sus hojas se elaboraba una bebida muy apreciada: el té. Asimismo, las semillas de algunas especies como la C. oleifera contienen un aceite de gran calidad usado en China y Japón para la elaboración de productos cosmésticos  y medicinales.

Como ocurrió con otras plantas, su expansión se debió a los monjes budistas que la llevaron consigo en sus viajes. El nombre se lo ponen en 1639, en honor a Joseph Camellus, farmacéutico jesuita que recolectó plantas en Filipinas.

Las camelias son plantas considerablemente rústicas y de lento crecimiento. En su mayoría se presentan como arbustos,  un frondoso follaje siempre verde, que llegan a los dos o tres metros de altura, pero algunas variedades pueden alcanzar gran tamaño, más de cinco metros, en condiciones favorables. En términos generales, presentan un frondoso follaje siempre verde y masas de flores frecuentes entre invierno y primavera.

Célebre por su belleza, las flores de la camelia, se clasifican en simples, dobles, semi-dobles, doble-irregular, con formas de anémonas, peonias y de rosas. Los colores van del rojo al blanco, ocupando toda esta paleta en un sinfín de tonos, lisas y matizadas.

Sus necesidades. Las camelias se desarrollan bien en climas templados, con inviernos y primaveras suaves y húmedas y veranos calurosos y secos. Sus hojas gruesas como el cuero las hacen resistentes al calor, pero sensibles a las heladas y al sol pleno. Es por eso que se recomienda ubicar la planta en un lugar que reciba el sol menos fuerte de la mañana y que este protegida del sol de la tarde.

Para su buen desarrollo es necesario un suelo ácido, bien drenado, con un PH de 5.5. La tierra debe estar húmeda, pero no encharcada. Se puede colocar en la zona radicular de la planta un mulch de corteza de pino. En épocas de sequias prolongadas, conviene regar también sobre el follaje.

La camelia japónica no necesita una poda anual, aunque responde muy bien a ella, y es necesaria cuando se quiere hacer la planta más compacta y arbustiva, o para dar una determinada forma. En este caso debe realizarse durante eI periodo vegetativo, en la época de floración, y antes de que empiecen afirmarse los nuevos brotes. Además es conveniente cortar los chupones que no producen flor y suelen aparecer en el interior de plantas antiguas; de esta manera se reservan las energías para los brotes productivos de la planta

Raleo de capullos. La mayoría de los cultivares de camelia japónica producen más de un capullo por yema floral, y en algunos casos más capullos de los que pueden abrir adecuadamente, y puede ser necesario un raleo, sobre todo cuando lo que interesa son flores de mayor tamaño y calidad, y no mucha cantidad de flores. En algunas variedades el raleo se produce de forma natural, y los capullos se caen solos antes de la floración. Si es necesario realizarlo manualmente, debemos dejar uno o dos capullos al final de cada rama, y un capullo floral cada 10 cm. aproximadamente a lo largo del tallo.

Entre las variedades podemos citar: La camelia japónica, es la variedad más cultivada, sus flores pueden medir 12 cm de diámetro. La camelia sasanqua, usada para macetas. Camelia humalis, que suele florecer desde mayo a octubre. La más grande es la camelia reticulata, cuyas flores llegan a los 15 cm de diámetro. Pero la más famosa, sin duda, es la camelia sinensis, cuya altura es de unos 4m de altura, con flores más pequeñas pero privilegiadamente perfumadas. La multiplicación es por, acodo, injerto o semillas.
 
 


 
 
 
 
 
 
 
 
 

Fuego de otoño...


Frutos que llenan de color el jardín...
Mucha es la gente que todavía desconoce el valor decorativo de las plantas con sus frutos. Hábilmente ubicadas, las plantas con frutos serán capaces de otorgar color a lugares donde otras plantas ya terminan de florecer o no florecen todavía.

Prácticamente en todas las épocas del año habrá alguna planta que dé frutos. La mayoría da frutos en otoño o invierno, precisamente en el momento en que escasean las flores.

Con los primeros fríos, los arbustos de los géneros Pyracantha, Cotoneaster y Crataegus se convierten en un foco en el paisaje por sus frutos de colores fuertes y cálidos. Sus especies son sumamente rústicas.  Estos tres géneros pertenecen a la familia de las rosáceas. Muchas veces son confundidos entre sí. Sus características y principales funciones en el paisaje son distintas. El género Pyracantha engloba arbustos especialmente aptos para cercos defensivos en grandes extensiones. Los Crataegus son arbustos de hasta 9m de altura. Los cotoneaster se destacan como arbustos para todos los jardines, dadas las múltiples especies de distintos tamaños que confluyen en el género.

Pyracanthas y Crataegus tienen espinas potentes. La diferencia entre ellas es que el pyracantha no pierde sus hojas en invierno y sus frutos son más achatados. Los Crataegus,  en cambio, pierden sus hojas en otoño y tienen frutos redondeados. Los Cotoneaster no tienen espinas, son plantas mansas que pueden perder algunas hojas, todas o ninguna, según la especie.






Cotoneaster: Son plantas muy populares en el país por su versatilidad y por su bonita forma y follaje, que casi siempre perdura todo el año. Además tienen sus momentos especiales cuando florecen, en primavera, y cuando fructifican, en otoño. Necesitan sol y toleran la media sombra, se comportan bien en la mayoría delos suelos siempre que tengan buen drenaje. Son resistentes a la polución y no necesitan podas, aunque las soportan. Conviene conocer la altura de la especie que se va a plantar ya que varían desde el metro y hasta los seis metros de altura. Una vez que están bien instalados, casi no necesitan cuidados. Entre ellos podemos encontrar el Cotoneaster microphylla, con in porte bajo de uno por dos de ancho, con flores blancas y frutos rojo-rosado. El Cotoneaster horizontalis que antes de caer sus hojas se ponen de color rojizas y su porte es bajo. El Cotoneaster franchetti, que tiene sus hojas verde grisáceas, y su altura es de dos metros, sensibles a las heladas. El Cotoneaster glaucuphyllus cuyas hojas son verde oscuras con el envés blanquecino.

Crataegus: Son arbustos de hojas caducas, aserradas o lobuladas. Se cubren de bonitas flores blancas e primavera, que luego dan origen a los frutos otoñales. En general son muy resistentes al frío y  toleran los suelos alcalinos. Viven bien en suelos con humedad adecuada y pueden soportar períodos de sequías. Toleran la polución ambiental de las ciudades y  crecen bien en el sol. Podemos encontrarlos en antiguos jardines, son muy longevos, en la actualidad no son muy cultivados.

Pyracantha: También conocido como espino de fuego, son arbustos muy difundidos como plantas de grandes espacios. Tienen ramas arqueadas que se llenan de frutos rojos, anaranjados o amarillos, de otoño a invierno. En primavera producen pequeñas y delicadas flores blancas reunidas en inflorescencias. Tienen espinas y las hojas enteras, más largas que anchas. La más conocida en la Argentina es la Pyracantha coccinea, especie muy rústica, pero fructifica mejor en tierras fértiles, con buen drenaje y al sol. Es resistente al frío. Su crecimiento es rápido, legando a los tres metros de altura. Son muy útiles como cercos informales defensivos gracias a sus espinas y  a la buena resistencia a la poda.