viernes, 3 de agosto de 2012

Las flores del frio...



Cuando llega el crudo invierno y hay una etapa de reposo en nuestros jardines, no significa que nuestros espacios verdes se conviertan en páramos grises y apagados. Hay flores que pueden dar ese color y vivacidad.
Elijan las que más se adapten a sus necesidades, y descubra que tanto el otoño como el invierno también pueden ofrecer alegrías cromáticas.






Violas: La gracia de estas flores está en las numerosas florcitas, en tonos de amarillos, lilas, blancos, pasteles que cubren desde el otoño hasta la primavera. Son muy útiles      para componer manchas monocromas, se plantan con una separación de 10cm entre ellas, en las borduras  de los canteros, o para cultivar en macetas junto con otra bulbosas que florecen  a fines de invierno, como los jacinto. Prefieren el sol tibio del invierno, con terrenos livianos y buena humedad. Toleran muy bien las heladas. No soportan las  temperaturas elevadas. La viola cornuta, es una variedad de tamaño mini, y llega a durar en nuestros jardines hasta el mes de diciembre y es mucho más floribundas que la primera.


Bignonia venusta: Esta enredadera autóctona, nativa de nuestro noroeste argentino, resulta muy atractiva, pues cuando el jardín está en su momento más desolado aparecen sus flores anaranjadas. Es una planta de hojas persistentes, con un zarcillo en el extremo que le sirve para trepar hasta más de 10m. Necesita sol para florecer bien, la orientación ideal es hacia el norte, y prefiere los suelos   neutros, no anegados. Es sensible a las heladas, pero si son leves, la parte aérea quemada se poda en primavera y vuelve a rebrotar.
Membrillero del Japón: Estos arbustos se descubren en invierno, cuando florecen aparecen llamaradas de color contra el cielo plomizo. Las flores pueden ser naranja púrpura, rojo o blanco, según las variedades. Los frutos son  amarillos. Pueden alcanzar   desde 1 a 2m de altura por un diámetro de 1.50 y su crecimiento es relativamente lento. Tienen espinas y necesitan un espacio generoso. El membrillero es una planta rústica, y tolera muy bien el frío. Debe plantarse al sol.

 Magnolia tulipán: Arbusto caduco. Originaria de China, es un  elemento insustituible para un jardín de estilo oriental. Comienzan a florecer en invierno, cuando todavía no han aparecido sus hojas. Lenta en un comienzo, luego es más rápido su crecimiento. Alcanza unos 3m de altura y su diámetro final ronda los casi 2m. Debe plantarse al sol. Es una planta resistente al frío. Debe resguardarse de los vientos ya que sus ramas son frágiles. Es muy sensible a las podas severas, puede dejar de florecer por varios años.
Laurentino: El follaje de este arbusto se ilumina cuando se cubre de pimpollos. Es un arbusto útil para dar estructura al diseño del jardín y para hacer cercos. Tiene un porte redondeado y su follaje es muy denso, oscuro y persistente. Alcanza 3m de altura por dos de diámetro. Es rústico, florece y crece bien al sol  o media sombra.  Tolera bien el frío, vientos y sequía, lo que lo convierte en una planta casi indispensable. Hay variedades de laurentino enano de gran utilidad para pequeños jardines y contenedores grandes. También está la variedad disciplinada que ilumina con su follaje de dos tonos.
Aloe: El aloe es una planta suculenta, muy conocida por sus propiedades cosméticas y medicinales. Este aloe es el más común de los jardines y tiene los mismos principios que el aloe vera, aunque en una concentración menor. Esta es una planta grande, que en tierra puede alcanzar más de dos metros de altura y de ancho. Es rústica, resistente a la sequía y prefiere sol abundante, aunque también crece a media sombra. Se pueden cultivar en macetas. Se reproduce por gajos. No tolera heladas intensas.


Camelia: Pocas plantas tienen una belleza tan romántica como las camelias. El follaje brillante, denso, contrasta con las impecables flores, blancas, rojas, rosas, en todas sus variedades de tonos. Estos arbustos alcanzan más de tres metros de altura y casi dos de ancho, pero su crecimiento es muy lento. Necesitan suelo con un p.H ácido y buen drenaje en un sitio con el sol de mañana. Son resistentes a las bajas temperaturas. Un problema muy común es la caída de sus pimpollos antes de abrirse, esto se corrige abonando la planta y raleando pimpollos.

Otras especies: magnolia stellata, mahonia, jazmín amarillo, euriops, aster, estrella federal, violetas de los alpes, clivias,
kalanchoes, salvia involucrata,

En el invierno, cuando el paisaje se puebla de ramas desnudas, las flores adquieren un valor especial. Aunque no abundan como en otras estaciones, las hay en buen número. Elegidas con cuidado y bien distribuidas pueden dar al jardín invernal el toque de vida y color necesario para compensar la severa desnudez de los árboles.

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