MANOS A LA OBRA…Pala
en mano, limpiaremos la zona donde haremos el hoyo de plantación. El hoyo debe
tener por lo menos dos veces el ancho
del pan de tierra o de las raíces del árbol. La profundidad será acorde al tipo
de suelo, pero nunca menor a una vez y media la altura del pan de tierra o del
sistema radicular. Concluido el hoyo, clavamos el tutor firmemente en el suelo.
El tutor sirve para mantener el árbol erguido. Retiramos la envoltura o envase
del terrón. Colocamos la planta en el hoyo, la mejor tierra se coloca alrededor
de las raíces. Se asienta pisando firmemente alrededor del pan. Se hace la
palangana para que reciba el agua necesaria: asentará el suelo y ayudará a que
las raíces se hidraten inmediatamente.
Tutores…
Si el tutor es de sauce
verde o álamo, conviene pelar su corteza para que no brote y compita con la
planta principal Si fuese de eucalipto o de madera seca es conveniente pintar
su parte inferior con pintura asfáltica.
Los tutores deben ser lo
suficientemente gruesos como para soportar el peso de la planta y su altura
debe acompañar todo el tronco de los árboles. El tutor se ata al extremo
superior y en el medio del tronco. Es aconsejable utilizar alambre galvanizado
cubierto por manguera cristal, para evitar daños en la corteza. Si utilizamos
riendas, porque la zona es muy ventosa, clavaremos por lo menos tres estacas.
Riego de asentamiento.
Después de la plantación se
hará el riego de asentamiento, muy abundante, repitiéndolo hasta que la olla
quede con suficiente agua. Al día siguiente se repasarán los tutores y las
riendas ya que el agua produce un descenso de la tierra. Si es necesario
agregaremos más tierra. Bajo ningún concepto debe moverse la planta con el
suelo embarrado, ya que podemos perder parte del pan de tierra y ocasionar daño
a las raíces.
Acondicionamiento previo.
Las plantas que no se
acomodan de inmediato deben almacenarse bajo techo o grandes árboles, dónde se
las pueda regar cómodamente y al resguardo de los vientos, fríos o calores
fuertes. Las especies que permanezcan en depósito más de una semana, tendrán
que ser desatadas para que sus hojas reciban luz y no fermenten. Tanto si están
en pan de tierra o raíz desnuda deberán alinearse en zanjas para permitir un
riego adecuado y la conservación de un correcto nivel de humedad. Es importante
regar las plantas abundantemente el día anterior a ubicarlas definitivamente en
el terreno, ya que hidratar un pan seco una vez plantado no siempre se logra de
manera eficiente
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