Los Jardines Terapéuticos
son aquellos diseñados desde su planificación para favorecer el bienestar
físico y psíquico del usuario. El resultado será un entorno positivo con
elementos activos, como huerta, para realizar ejercicios de horticultura terapéutica,
mobiliarios para ejercicios, sectores de lectura y meditación. Se trata de crear
espacios generadores de bienestar adaptados a las necesidades de cada persona
La jardinería terapéutica
propone devolver a la persona a un estado de tranquilidad, proporcionando un
soporte social y un acceso a la naturaleza, al movimiento y ejercicio físico.
Los jardines dejan de ser un adorno para pasar a la
consideración de ser un servicio terapéutico complementario en residenciales e
instalaciones destinadas a personas con necesidades especiales (residencias
infantiles, enfermos de larga duración, ancianos, y personas con discapacidades físicas y síquicas). Se trata
de buscar la curación de la persona, en cuerpo, mente y espíritu. Se deberán
proyectar zonas sombreadas en verano y soleadas en invierno donde poder pasear
o descansar de forma tranquila. Seleccionar
y situar los árboles de modo que su follaje permita dar sombra en verano
,y zonas soleadas en invierno.
También crear un espacio armonioso visto
desde las ventanas que dan al jardín, para que lo disfruten las personas que no
pueden salir de sus habitaciones. Crear
espacios con bancos que nos inviten al descanso.
El trabajo manual puede ser
una actividad muy importante, Proyectar zonas cuyo objetivo sea una suave tarea manual, como puede ser el
cuidado de setos y de zonas floridas o bien el trabajo en un pequeño huerto y
que permita la actividad de jardinería a usuarios que no son jardineros, ni
tienen especial preparación en trabajos
auxiliares de mantenimiento y limpieza del jardín.
Los senderos diseñados en
jardines para personas no videntes deben ser rectos, evitando las curvas y los
caminos intrincados. Proporcionar puntos de referencia para su orientación,
como pueden ser setos aromáticos, elementos de sonido, tales como campanas de
viento o sonidos con cascadas de agua, o cambio en los materiales del suelo,
pavimentos rugosos, caminos de césped o de corteza.
Se puede tener en cuenta la
vegetación que atrae a pájaros, colibríes y mariposas. Como también bebederos y
comederos de pájaros. Evitar las plantas que atraigan en gran número abejas o
insectos no deseables. El sonido del agua es relajante y puede proporcionar un
entorno adecuado a la meditación. Estimular al máximo los sentidos, tanto la
movilidad y el tacto, como la vista el oído y el olfato, por ello es
conveniente incluir plantas de flor y plantas aromáticas
Elegir variedad de texturas, aromas, colores, así
como las plantas que producen sonidos agradables cuando el viento les mueve el
follaje. Plantas con floraciones o frutos de temporada permitirán que el usuario se conecte con el
ciclo de la naturaleza. Evitar las plantas espinosas o tóxicos, especialmente
en los jardines utilizada por niños o
personas con ciertos desórdenes psicológicos. El diseño debe incluir una
variedad de formas y texturas y el color
para proporcionar la estimulación sensorial.
En definitiva, crear
espacios para conversar y hacer un ejercicio moderado en un entorno amable y
agradable. Un pequeño paraíso que invite a desear su encuentro en él en
contraste con el estresante mundo exterior. Se ha observado que la
visualización de entornos naturales fomenta la reducción del estrés al evocar
sentimientos positivos y la reducción de las emociones negativas, bloqueando o
reduciendo los pensamientos estresantes.
La
jardinería promueve la relajación, fortalece los músculos y ayuda a mejorar la
flexibilidad del cuerpo. Sanar la mente y el cuerpo a través de la jardinería
sería la propuesta.