La huerta en casa...
Muchos se preguntarán por qué tener una huerta, y la
respuesta, no es una sola. La huerta representa un desafío, en mayor o menor
escala. El resultado será muy satisfactorio a la hora de la cosecha, un puñado
de aromáticas, una canasta llena de tomates.
El autoabastecimiento es un sueño posible, y además
hay cultivos tan sencillos que hasta los niños pueden realizar.
Para el éxito de una huerta necesitamos tres
elementos básicos: sol, agua y sustratos ricos en nutrientes y materia orgánica.
El tamaño, dependerá del tiempo que tengamos para
dedicarle.
A la hora de elegir el lugar, tenemos que tener en
cuenta el sol, es el gran aliado de las plantaciones. Las horas de sol deben
ser de 8 a 10 hr. Fundamental para toda huerta. Hay que tomar como referencia
los meses de invierno, donde los rayos solares pegan a medio día, ya que es el
lugar donde se recibe de manera completa la exposición solar. Si contamos con poco espacio, lo ideal es la
huerta en macetas. El diseño es la base de una huerta urbana fructífera. Es un
momento de toma de decisiones sobre la base de la observación del espacio
disponible para el cultivo en una vivienda. El resultado de esta observación
será la decisión de donde ubicar las macetas o los contenedores. Siempre las macetas
deben estar a favor del sol. Se recomienda elevar los contenedores para
asegurar que el agua no se acumule. Como también mantener el buen drenaje en
las macetas. Recordar que el riego es otro de los factores fundamentales del
éxito, por lo tanto es aconsejable contar con alguna canilla cerca.
El diseño de una huerta en contenedores se basa en
adaptar espacios dentro de la misma vivienda para combinar el cultivo de
hortalizas, hierbas aromáticas, pequeños frutales y plantas ornamentales.
Podemos elegir, entre un balcón, un patio, una terraza o los antepechos de las
ventanas.
Como el espacio en la ciudad es más limitante, el
diseño debe permitir aprovechar al máximo estos espacios reducidos. Otros
factores para tener en cuenta: el número de personas que se proveerán, los
gustos personales, el presupuesto y el tiempo disponible para el cuidado de los
vegetales.
Que parte de nuestros cultivos
consumimos?
Hojas: acelga, apio, lechuga, radicheta, rúcula,
Raíces: zanahoria, cebollas, nabo, remolachas,
rabanito.
Tallos espárragos, papa, puerros, verdeo.
Flores: coliflor, brócoli, alcaucil.
Frutos: tomate, pimiento, berenjenas, zapallito,
pepino, melón, sandía, zucchini, chauchas y arvejas.
Recoger semillas.
Separar la semilla de la pulpa, lavarlas y llevarlas
al sol sobre un papel para que se sequen. Las especies de hoja hay que dejarlas
florecer.
En caso de comprar las semillas revisar si no están
vencidas, sobre todo si son de un paquete ya abierto el año anterior.
Hay cultivos para todo el año, como también los
cultivo de las estaciones estivales.
Recordar que tanto el frio de 7ºC como el calor
excesivo de 30ºC impiden la germinación.
Asociación en macetas: es combinar dos plantas con un fin, uno es el
control de plagas y otro el buen desarrollo para los cultivos. También hay
plantas ornamentales que ayudan en la huerta.
La preparación del buen sustrato es fundamental, ya
que de ello dependerá el crecimiento y la nutrición de nuestros cultivos.
Cultivar en una terraza
compartida.
Si la terraza es de uso comunitario puede tener
algunas ventajas:
-se reducen las herramientas de trabajo ya que son
varios y se comparten entre los colaboradores de la huerta.
-se potencian las relaciones entre vecinos: la
práctica de la horticultura favorece los encuentros y mejora las relaciones
entre estos.
-se recicla conjuntamente la materia orgánica y se
utiliza para el cultivo comunitario.
-se dividen las tareas y se comparten cuidados, como
por ejemplo la frecuencia del riego.
Con la huerta en nuestro hogar obtenemos el sello de la seguridad
alimentaria. La huerta nos permite a través de la asociación mezclar los
nutrientes fundamentales para nuestra salud y de nuestra familia.
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