El otoño, abarca las mejores sensaciones…
temperaturas agradables, luz cálida, intensos colores ya sea en follajes como
en flores y mucha actividad en el jardín. Cuando comienza …hay mucho por hacer, podas,
trasplantes, divisiones de herbáceas y siembras. Es tiempo de hacer cambios,
limpiezas profundas y empezar a realizar lo que se planifico para el año. Hay
que aprovechar la temperatura del suelo y del ambiente. Todo va a germinar
porque la temperatura es la ideal. En los canteros de flores, sembrar amapolas,
arvejillas, espuelas de caballeros, nigelias.
En la huerta, todas las hojas para ensaladas, lechuga, rúcula, espinaca
y todas las crucíferas brócoli, repollo, akusay, también zanahorias,puerros y
acelgas. En el césped hay que hacer la resiembra de ray-grass anual para
aquellas especies que se ponen amarillas.
Limpiar las matas de las herbáceas, mirándolas casi
desde adentro mismo de las plantas, para eliminar hojas secas y varas florales
pasadas. Este raleo permite que entre luz y aire. Los follajes viejos pero
sanos podemos guardarlos para el compost.
También podemos descubrir de esta manera los escondites de caracoles y
babosas. Muchas de las herbáceas perennes que ya han estado varios años en el
lugar, requieren un rejuvenecimiento, y este es el momento oportuno
El Acer , tiene un follaje que en otoño
vira al naranja fuego, hasta caerse y quedar desnudo en el invierno. Cuanto más
frio, más rojas son sus hojas. Este pequeño árbol, soporta vivir en macetas, no
menores a los 0,60 cn de diámetro. Deberán tener una buena calidad de compost,
un muy buen drenaje y una buena fertilización.
Muchas plantas, agradecidas con este clima, florecen
a pleno y sus colores vuelven a brillar y a ponerse intensos. Tal es el caso de
las salvias. Las que dieron una buena floración en la primavera y durante el verano achicaron sus colores con
el calor, como las salvias guaraníticas o
salvias involucratas, retoman con fuerza, compactas y plenas de flores.
Otras; como la leucanta, florecen en marzo y lo harán hasta que lleguen las
primeras heladas fuertes. También las rosas intensifican su color, y si el clima las acompaña, florecen también
hasta mayo.
Las prímulas y violas son una buena opción para el otoño. Conviene
recambiar las flores de estación (primavera-verano) cuando aún no se haya
instalado el frío intenso. Las prímulas obconicas en lugares a media sombra o
con sol se mañana muy cálidas. También aparecen las violas, y las violas
cornutas, con su variedad de colores son las mas floribundas y resistentes al
sol y al frío intenso. Otra protagonista del jardín es la elegante violeta de
los alpes.
Las hojas de otoño de los árboles caducos, que tan
maravillosamente iluminan y colorean estos meses, podemos guardarlas en bolsas,
para luego usarlas en las composteras.
Es un buen momento para
reencontrarse con el jardín y, sin prisa pero a ritmo sostenido, poner las
manos en la tierra.
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