viernes, 24 de mayo de 2013

Otoño…la estación ideal



 
El otoño, abarca las mejores sensaciones… temperaturas agradables, luz cálida, intensos colores ya sea en follajes como en flores y mucha actividad en el jardín.  Cuando comienza …hay mucho por hacer, podas, trasplantes, divisiones de herbáceas y siembras. Es tiempo de hacer cambios, limpiezas profundas y empezar a realizar lo que se planifico para el año. Hay que aprovechar la temperatura del suelo y del ambiente. Todo va a germinar porque la temperatura es la ideal. En los canteros de flores, sembrar amapolas, arvejillas, espuelas de caballeros, nigelias.  En la huerta, todas las hojas para ensaladas, lechuga, rúcula, espinaca y todas las crucíferas brócoli, repollo, akusay, también zanahorias,puerros y acelgas. En el césped hay que hacer la resiembra de ray-grass anual para aquellas especies que se ponen amarillas.

 
Aprovechando el suelo cálido, después del verano, es aconsejable dividir todas aquellas herbáceas que lo necesiten, ya sea porque están ocupando mucho lugar en el cantero o simplemente porque queremos multiplicarlas para obtener más plantas. Conviene hacerlo antes del frío, para darles tiempo a formar nuevas raíces y rebrotar.



Limpiar las matas de las herbáceas, mirándolas casi desde adentro mismo de las plantas, para eliminar hojas secas y varas florales pasadas. Este raleo permite que entre luz y aire. Los follajes viejos pero sanos podemos guardarlos para el compost.  También podemos descubrir de esta manera los escondites de caracoles y babosas. Muchas de las herbáceas perennes que ya han estado varios años en el lugar, requieren un rejuvenecimiento, y este es el momento oportuno


 
Poda de formación: Si se desea dar forma a algún árbol y eliminar alguna rama importante y que no vuelva a brotar, hacerlo a principio de otoño, ya que hormonalmente se produce muy poca respuesta de brotación, ya que toda la planta está orientada hacia el receso invernal, que es el opuesto a la brotación.


 

El Acer , tiene un follaje que en otoño vira al naranja fuego, hasta caerse y quedar desnudo en el invierno. Cuanto más frio, más rojas son sus hojas. Este pequeño árbol, soporta vivir en macetas, no menores a los 0,60 cn de diámetro. Deberán tener una buena calidad de compost, un muy buen drenaje y una buena fertilización.





Muchas plantas, agradecidas con este clima, florecen a pleno y sus colores vuelven a brillar y a ponerse intensos. Tal es el caso de las salvias. Las que dieron una buena floración en la primavera  y durante el verano achicaron sus colores con el calor, como las salvias guaraníticas o  salvias involucratas, retoman con fuerza, compactas y plenas de flores. Otras; como la leucanta, florecen en marzo y lo harán hasta que lleguen las primeras heladas fuertes. También las rosas intensifican su color,  y si el clima las acompaña, florecen también hasta mayo.

 

Las prímulas  y violas son una buena opción para el otoño. Conviene recambiar las flores de estación (primavera-verano) cuando aún no se haya instalado el frío intenso. Las prímulas obconicas en lugares a media sombra o con sol se mañana muy cálidas. También aparecen las violas, y las violas cornutas, con su variedad de colores son las mas floribundas y resistentes al sol y al frío intenso. Otra protagonista del jardín es la elegante violeta de los alpes.






Las hojas de otoño de los árboles caducos, que tan maravillosamente iluminan y colorean estos meses, podemos guardarlas en bolsas, para luego usarlas en las composteras.



Es un buen momento para reencontrarse con el jardín y, sin prisa pero a ritmo sostenido, poner las manos en la tierra.

 

 

 

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