“…porque después de todo he comprendido que lo que
el árbol tiene de florido vive de lo que tiene sepultado…” J.L.Bernardez.
Mientras los
jardineros disfrutamos de nuestros jardines, alguna vez pensamos, o tenemos en
cuenta que sucede en el suelo…base de sostén y alimento de todo lo que vemos
por arriba?
Si jugamos con
nuestra imaginación…y pensamos en el mundo subterráneo del jardín…
encontraremos que las raíces serán tan variadas como las plantas que nos
deleitan con sus colores texturas y frutos. Que las raíces…sostienen, hidratan,
alimentan, que compiten por agua y que
son el anclaje de toda la estructura aérea.
Las raíces también
sufren el ataque de pestes y enfermedades, compiten con otras raíces, entre ellas las de malezas
invasoras, luchan en los terrenos inundados, con suelos helados y con suelos
resecos por el castigo agobiante del sol. Las raíces pueden transitar
profundidades nunca pensadas en busca de agua.
Para que las
raíces puedan circular sin dificultades, necesitan de suelos porosos y no
compactados, ya que crecen en crecen en los poros, entre las partículas del
suelo. Si no hay poros, las raíces quedarán pequeñas y débiles. En suelos bien
drenados aireados y profundos ellas
tendrán un mejor desarrollo.
Ejemplos claros de
sistemas radiculares, será la comparación de plantas anuales, que tienen raíces
que se desarrollan y se mueren rápidamente. En cambio los árboles viven, a
veces, tanto en su parte subterránea como en su parte aérea. Estas enormes
raíces, como es el caso de los plátanos, álamos, sauces y ficus pueden dañar
construcciones cercanas.
La zona activa de
mayor absorción se encuentra siempre en la punta de las raíces, por lo tanto,
la mayor absorción sucede en la proyección de la copa de árboles y
arbustos. Es por esto que debe siempre
fertilizarse y regarse en ese sector y
no cerca del tronco, ya que las raíces activas no estarán cerca del mismo. Si
podemos planificar un trasplante con tiempo, iremos cortando sectores de raíces
para promover un nuevo sistema radicular cercano al tronco.
Recordemos que la
masa radicular es una zona de intensa actividad microbiana, ya que el
suelo es un organismo vivo.
La raíz, también
tiene un papel fundamental en la creación y protección del suelo. Las raíces de
numerosas especies contribuyen a la fijación del suelo y a protegerlo de la
erosión hídrica y eólica.
Las palmeras, como todas las monocotiledóneas, tienen un sistema radicular fasciculado, siendo el diámetro de las raíces igual en toda su longitud,.
Sus raíces, generalmente abundantes, no crecen y se ramifica como otras plantas. A medida que la palmera envejece, produce nuevas raíces desde la base del tronco y en alguna ocasión incluso salen por encima de la tierra formando incluso formas similares a ramas, que realmente no lo son. Generalmente, este tipo de raíces las desarrollan las palmeras adultas plantadas en lugares poco profundos o con un mal drenaje y se llaman raíces adventicias.
Las raíces de las palmeras plantadas en plena tierra no suelen producir daños a las construcciones cercanas ya que no son agresivas.
Generalmente, a la
hora de planificar nuestro jardín, ponemos todo nuestro interés en elegir los
más variados follajes, las paletas de colores más atractivas, y los frutos y
flores más diversos. También es necesario comprender como funcionan las raíces,
porque si ellas lo hacen eficazmente, nuestras plantas se desarrollaran mejor y tendremos menos
problemas y más satisfacciones.
Nuestro consejo,
es entonces, pensar correctamente en las especies, en su tamaño como ejemplar
adulto, en la ubicación a la hora de plantar, y en mejorar el suelo. Recordemos
siempre “invierta un peso en la planta y diez en el suelo” es en él, donde las
plantas harán su anclaje y será el plato nutritivo para las raíces. De esta
manera podremos contemplar y disfrutar de nuestros jardines y de la alegría que
nos da ser jardineros hoy.
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