Las
camelias…en el lenguaje de las flores, significa “te querré
siempre”
Las camelias cautivan a
hombres y mujeres alrededor del mundo. Son hermosas, delicadas y un arbusto
infaltable en cualquier jardín. Pero para conocerlas más es importante saber de
dónde vienen. Es por ello que hoy hablaremos un poco de su historia.
A finales del siglo XVII,
los navegantes europeos la descubrieron en el sudeste asiático. La camelia, una
planta de flores tan delicadas fue confinada por mucho tiempo a los
invernaderos como algo demasiado frágil para formar parte de la vida cotidiana.
Mil años antes de Cristo la
Camellia sinensis era ya venerada en todo el sudeste asiático, su hábitat de
origen, pues con sus hojas se elaboraba una bebida muy apreciada: el té.
Asimismo, las semillas de algunas especies como la C. oleifera contienen un
aceite de gran calidad usado en China y Japón para la elaboración de productos
cosmésticos y medicinales.
Como ocurrió con otras
plantas, su expansión se debió a los monjes budistas que la llevaron consigo en
sus viajes. El nombre se lo ponen en 1639, en honor a Joseph Camellus, farmacéutico
jesuita que recolectó plantas en Filipinas.
Las camelias son plantas
considerablemente rústicas y de lento crecimiento. En su mayoría se presentan
como arbustos, un frondoso follaje
siempre verde, que llegan a los dos o tres metros de altura, pero algunas
variedades pueden alcanzar gran tamaño, más de cinco metros, en condiciones
favorables. En términos generales, presentan un frondoso follaje siempre verde
y masas de flores frecuentes entre invierno y primavera.
Célebre por su belleza, las
flores de la camelia, se clasifican en simples, dobles, semi-dobles,
doble-irregular, con formas de anémonas, peonias y de rosas. Los colores van
del rojo al blanco, ocupando toda esta paleta en un sinfín de tonos, lisas y
matizadas.
Sus
necesidades. Las camelias se desarrollan bien en climas
templados, con inviernos y primaveras suaves y húmedas y veranos calurosos y
secos. Sus hojas gruesas como el cuero las hacen resistentes al calor, pero
sensibles a las heladas y al sol pleno. Es por eso que se recomienda ubicar la
planta en un lugar que reciba el sol menos fuerte de la mañana y que este
protegida del sol de la tarde.
Para su buen desarrollo es
necesario un suelo ácido, bien drenado, con un PH de 5.5. La tierra debe estar
húmeda, pero no encharcada. Se puede colocar en la zona radicular de la planta
un mulch de corteza de pino. En épocas de sequias prolongadas, conviene regar
también sobre el follaje.
La camelia japónica no
necesita una poda anual, aunque responde muy bien a ella, y es necesaria cuando
se quiere hacer la planta más compacta y arbustiva, o para dar una determinada
forma. En este caso debe realizarse durante eI periodo vegetativo, en la época
de floración, y antes de que empiecen afirmarse los nuevos brotes. Además es
conveniente cortar los chupones que no producen flor y suelen aparecer en el
interior de plantas antiguas; de esta manera se reservan las energías para los
brotes productivos de la planta
Raleo
de capullos. La mayoría de los cultivares de camelia
japónica producen más de un capullo por yema floral, y en algunos casos más
capullos de los que pueden abrir adecuadamente, y puede ser necesario un raleo,
sobre todo cuando lo que interesa son flores de mayor tamaño y calidad, y no
mucha cantidad de flores. En algunas variedades el raleo se produce de forma
natural, y los capullos se caen solos antes de la floración. Si es necesario
realizarlo manualmente, debemos dejar uno o dos capullos al final de cada rama,
y un capullo floral cada 10 cm. aproximadamente a lo largo del tallo.
Entre las variedades
podemos citar: La camelia japónica,
es la variedad más cultivada, sus flores pueden medir 12 cm de diámetro. La
camelia sasanqua, usada para macetas. Camelia
humalis, que suele florecer desde mayo a octubre. La más grande es la camelia reticulata, cuyas flores llegan
a los 15 cm de diámetro. Pero la más famosa, sin duda, es la camelia sinensis, cuya altura es de
unos 4m de altura, con flores más pequeñas pero privilegiadamente perfumadas.
La multiplicación es por, acodo, injerto o semillas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario