A tutorar…como protección de los fuertes vientos, para guiar sus troncos y ramas, para evitar que se deformen…
Los tutores se utilizan para mantener firmes las
plantas, lograr que los troncos crezcan derechos y evitar que el viento los
mueva y entre aire en las raíces, lo cual puede causar la desecación de los
vegetales. Son parte del mantenimiento del jardín y saber como elegirlos y
colocarlos según si se trata de árboles, arbustos o herbáceas nos ayudará a guiar
la planta, evitar problemas futuros o, incluso tener que reemplazar.
No solo se deben tutorar los árboles, sino también se
usa en arbustos y herbáceas.
Los
árboles. Los tutores en los árboles no le permiten tener
movilidad, es un buen sistema para
aquellos ejemplares con ramas muy pesadas y para zonas muy ventosas. Deben
colocarse del lado de donde sopla el viento dominante y lo que va bajo tierra
debe estar enterrado, al menos, 50 centímetros para anclarse bien. Se puede
optar por pintar esta zona con brea, para que dure más tiempo sin pudrirse. Se
utilizan tutores de madera de álamo, sauce o fresno. La altura debe ser igual a
la del tronco, hasta el comienzo de la copa. Las ataduras de las plantas al
tutor pueden hacerse de diversas formas, pero siempre evitando que se dañe la
corteza del árbol. Las más utilizadas son tiras de caucho, o mangueras cristal
con alambres por dentro. La atadura se hará en forma de ocho, dejando un
extremo más largo para ir aflojando la tensión a medida que el tronco crezca en
ancho, Se harán dos ataduras, una cerca del suelo y la segunda a la altura de
la horqueta o cruz, que es el punto
donde comienza la copa. El extremo que va enterrado debe ser cortado a bisel,
para que penetre bien en el suelo.
Se recomienda no usar trozos de ramas gruesas como
tutores porque pueden brotar y dar retoños, en caso de ser utilizadas, hay que
descortezar la rama previamente y así no brotará.
Si los ejemplares son muy pesados o muy altos, como
suele suceder con algunos árboles de hojas caducas, palmeras o coníferas, y su
pan es de gran tamaño, se harán ataduras a los tres vientos. O sea, se sujeta
el árbol con tres cuerdas o alambres galvanizados, sostenidas cada una de ellas
al tronco por uno de sus extremos, previamente pasadas la manguera a modo de
protección., y el otro extremo se sujetara a estacas clavadas en el suelo.
Tanto los tensores como las estacas deben señalizarse de forma visible para
evitar tropiezos y accidentes.
Los
arbustos. En estas plantas se pueden presentar dos situaciones:
Que los arbustos estén plantados en forma aislada. En
tal caso se utiliza un solo tutor y puede ser alguna caña robusta, o algún
tutor de madera no tan grueso.
Que los arbustos estén a modo de cerco o setos. Al
plantar arbustos alineados en un cerco perimetral se colocarán, de tramo en
tramo, tutores a ambos lados y alineados con el seto. Luego, se tenderán líneas
de alambres, a 0,40; 0,80 y 1.20 cm sobre el nivel del suelo, tensándolas de
tal manera que mantengan las plantas en posición erguida. Se mantendrá así
durante dos años, hasta lograr que los arbustos desarrollen raíces fuertes y
profundas.
Las
herbáceas. Una forma casera y divertida es construir nuestros propios tutores. Si le
dedicamos un poco de tiempo a nuestra imaginación, los resultados pueden ser
muy interesantes y además de cumplir su función de sostén, dará una nota
decorativa en los canteros y en la huerta. Lo primero que debemos tener en
cuenta es qué va a sostener ese tutor. Anuales de floración primaveral,
enredaderas, o plantas en la huerta. Podemos fabricar tutores con varillas de
mimbre, con hierros de construcción, o cañas finitas. También podemos usar
anillos cerrados o semi cerrados de alambre que se entierran para mantener
erguidas las herbáceas.
Las plantas que necesitan un tutor para enredarse o
sostenerse: arvejas, chauchas, tomates, pimientos, berenjenas, arvejillas,
achileas, espuelas de caballeros, dalias, fresias.