jueves, 3 de enero de 2013

Jardín de agua...

Acuáticas: Así como en un jardín, los árboles, arbustos y herbáceas son los que marcan un estilo característico del paisaje, la jardinería acuática es la suma de una variedad de plantas que bajo distintas condiciones de humedad prosperan dentro de un estanque. Ellas se clasifican en oxigenadoras, flotantes y acuáticas en general, según su ubicación dentro del agua.

Acuáticas en general: Son las que permanecen con sus raíces en el fondo y muestran sus hojas y flores en la superficie del agua. Se sienten a gusto en aguas estancadas, sin movimiento, donde pueden extender sus fuertes y blancas raíces profundamente dentro del lodo que se acumula en el fondo del estanque. Sus hojas y flores flotan sobre la superficie del agua.
Las mas conocidas son: 





Nenúfares: con sus flores flotantes y algo elevadas por sobre la superficie estas plantas deberán estar plantadas en recipientes o arraigadas en el fondo y tener espacio para desplegar sus hojas flotantes. La mayoría florece en primavera y el verano, en invierno entran en reposo. 








La flor de loto o Nelumbo   









Irupé, o Victoria, son las mas bellas y conocidas.








Plantas flotantes: Estas plantas crecen sobre o cerca de la superficie del agua con un sistema radicular no arraigado en el sustrato, se alimentan absorbiendo sales minerales y otros nutrientes disueltos en el agua y compiten con las algas por alimento. No toleran climas fríos . 
Entre  ellas se destacan: Camalotes, repollitos, acordeón de agua.






Camalote o jacinto de agua   












 repollitos.









Plantas oxigenadoras o sumergidas. La función de estas plantas es la de generar un equilibrio biológico y químico necesario para lograr un placentero jardin de agua. Pasan casi desapercibidas a la vista. Incorporan las sales disueltas al agua, producen grandes cantidades de oxigeno y controlan el crecimiento de las algas. También son las encargadas de filtrar, a través de sus raíces y hojas, los elementos producidos por la descomposición de materia orgánica, evitando así la putrefacción de las aguas. Sirven de refugio para los peces y sus raíces se desarrollan en el limo del fondo.
Estanques para todos.

El lugar físico no es un impedimento, en macetas  de diversos diseños y materiales es posible dar vida a uno. Para ello debemos sellar su interior, o sea su orificio de drenaje, para evitar pérdidas de agua. Además debemos considerar el tamaño final de las plantas acuáticas que elijamos, para que crezcan bien y en armonía con el contenedor elegido. Pueden hacerse grupos de macetas con formas y alturas diferentes, cada una con especies a su medida, distintas entre si.
El lugar en el cual se ubicara un jardín acuático debe recibir por lo menos cuatro horas  de luz solar directa. Lo ideal es que esté a pleno sol.
Aprovechemos la ventaja de vivir rodeados de nuestro Rio Paraná, en el podemos encontrar  especies como camalotes, repollitos y acordeón  y llevarlas a nuestros estanques.

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