domingo, 11 de noviembre de 2012

Flores orgánicas comestibles...



Del jardín a la cocina gourmet en recetas sabrosas y nutritiva.

 Las flores orgánicas comestibles Normalmente están relacionadas con la alta cocina y los pasteles para bodas, pero usted podría tener una gran variedad de sabores justo en su patio o su balcón. Agregar flores en las comidas no sólo hará que un plato común se vea muy gourmet sino que también lo hará más sabroso y nutritivo.
Históricamente hablando, muchas culturas diferentes utilizaban las flores frescas en sus platos culinarios;
El hombre a lo largo de su trayecto en la vida lo ha aprendido a comer todo, o casi todo, las flores no se han escapado a ello.
Si usted está acostumbrado a condimentar con hierbas frescas en sus alimentos, les ofrecemos una guía para tener en cuenta y comenzar a cultivar flores para luego presentarlas en la comida.
No Todas Las Plantas Son Comestibles  Antes de comer cualquier tipo de flor, necesita asegurarse de que sea comestible. Como una regla general, asuma que todas las flores que se encuentran en la florería, en los viveros y en los jardines públicos no son comestibles, ya que por lo general se encuentran cargados con pesticidas.  Acostúmbrese a las flores que crecen de manera orgánica o a aquellas que usted mismo siembra (sin el uso de pesticidas, ni herbicidas).
Vitaminas en pétalos: Las flores son alimentos vegetales naturales y como muchos otros alimentos naturales, contienen nutrientes valiosos para su salud. Un gran ejemplo es  el diente de león que contiene numerosas propiedades antioxidantes. También son ricas en vitaminas, incluyendo ácido fólico, riboflavina, piroxidina, niacina y vitaminas E y C.  Ejemplos de flores cultivadas en forma orgánica para la alimentación.
Las violetas contienen rutina, un fitoquímico con propiedades antinflamatorias y antioxidante que podría ayudar a fortalecer las paredes capilares. Para ensaladas dulces o saladas.
Los pétalos de rosa contienen bioflavonoides y antioxidantes, así como vitaminas A, B3, C y E. Se preparan dulces, ensaladas y pimpollitos en vinagre.
Las capuchinas contienen licopeno que combate el cáncer y luteína, un carotenoide que se encuentra en las frutas y vegetales y que es importante para la salud ocular. Sabor picante para las ensaladas.
La lavanda contiene vitamina A, calcio y hierro y se dice que es benéfica para el sistema nervioso central.
Las flores de cebollino (la flor púrpura de la hierba de cebollino) contiene vitamina C, hierro, azufre y ha sido tradicionalmente utilizada para ayudar a reforzar los niveles saludables de presión arterial.
Flores de calabaza: cocidas, en guisos y fritas.
Flores de hemerocalis: en croquetas. Taco de reina en ensaladas. Otras: caléndulas, manzanillas.
Las Flores son Frágiles Las flores pueden comerse crudas en las ensaladas (capuchinas, diente de león y la primavera son las más populares en cuanto a este uso) agregarse a los aperitivos o en salsas y otros platillos. Cada flor tiene un sabor único, pero encontrará las que tengan un sabor parecido al de otras hierbas o especias. Por ejemplo, el bálsamo de abeja tiene un sabor parecido al orégano, los claveles tienen un sabor parecido al clavo y la caléndula algunas veces es llamada “el azafrán de los pobres” debido a que su sabor es similar al del azafrán.
Cuando se Trata de Comer Flores, Comience Poco a Poco Las flores son pequeñas pero pueden tener un gran alcance, en especial si son nuevas en nuestra alimentación. Por lo que debe introducirlas a su dieta poco a poco, esto con el fin de evitar cualquier tipo de reacción alérgica o trastorno digestivo. Esto es muy importante si usted es alérgico al polen, ya que comer flores podría empeorar los síntomas. Incluso las nutritivas flores comestibles de alta calidad pueden causar reacciones inesperadas en algunas personas. Así que pruebe una a la vez y en PEQUEÑAS cantidades para ver cómo reacciona su cuerpo