¿Qué es un cantero? Podemos decir que es un macizo de plantas
conformado por dos o más especies que se ubica en forma estratégica para lograr
un punto de interés dentro de un jardín o espacio verde.
Combinar plantas en un cantero es un arte que implica no sólo el buen
manejo de los colores, las texturas, la luz, sino también el conocimiento de las plantas y su comportamiento durante
todo el año en las diferentes situaciones de clima y de suelo.
Debemos tener presente:
La ubicación. Lo primero es elegir el emplazamiento del mismo, o sea, su lugar.
Tal vez, la forma o el contenido pueda ir modificándose, pero es conveniente
definir con seguridad la mejor ubicación, para la preparación del suelo, que
exigen estos canteros.
Orientación
del jardín. Los ideales son los orientados
hacia el norte, donde sol y abrigo están asegurados. Pero como esto no es
siempre posible, tendremos que tener en claro el movimiento del sol en las
distintas horas del día.
Vistas. Desde donde va a verse. Desde el interior de nuestra
casa (ventanales del living, rincón de lectura…) y podremos establecer cuál
será la mirada hacia el exterior.
Epoca en
que va a disfrutarse. A la hora de diseñar
tendremos que pensar en cómo se vive y disfruta el jardín en las distintas
épocas del año. Así tomaremos en cuenta los momentos de floración, la
persistencia del follaje, las características más destacadas de cada especie
elegida.
El tamaño. De acuerdo a las dimensiones de los canteros,
vamos a poder establecer la cantidad de plantas, y los distintos niveles o
volúmenes. Haremos gráficos en escala donde comenzaremos a armar nuestros
canteros para luego volcarlos a la tierra. Siempre teniendo en cuenta el
crecimiento de las plantas.
El color y luminosidad. El color es un recurso que llena de vida un jardín y puede influir
en los estados de ánimo.
El color es un medio de expresión único.
Los colores fríos suelen quemarse o desteñirse a pleno sol, mientras
que los cálidos brillan y se destacan más.
Las formas y texturas
de flores y follajes.
La textura, no solo está referida al tamaño de las hojas, sino a su rugosidad,
opacidad o brillo.
Es
interesante combinar texturas para lograr movimiento y dar atractivo cuando no
está en flor.
La forma
del cantero. Una
vez que definamos la ubicación, el tamaño y la paleta de colores, será hora de
definir cuál es la forma que queremos ver:
Los canteros con formas geométricas
aparentan rigidez, mientras que los de forma irregular o de líneas sueltas que
no responden a una forma determinada, la disposición de las plantas es más
libre.
Categoría
de las plantas y su función dentro de las borduras.
Los arbustos, dan la estructura
de sostén, sobretodo en invierno, cuando la mayoría de las herbáceas merman su aspecto.
Aportan follaje, floración, forma y volumen. Hay una gran variedad de arbustos
que poseen flores llamativas y pueden incorporarse en la composición de la
bordura.
Las trepadoras, se usan dentro de los
macizos con algún tipo de estructura para dar un toque vertical. Generalmente
se eligen plantas de poco desarrollo.
Las herbáceas perennes, logran buenos
efectos en poco tiempo.
Las gramíneas
ornamentales,
se usan tanto por su forma, como por sus
follajes etéreos.
Los bulbos, dan ese toque colorido en
épocas que no hay demasiadas flores.
Las anuales y bianuales, son las preferidas
en cada temporada. Muchas veces las
usamos para rellenar espacios libres mientras crecen las otras plantas
Aromáticas, hoy forman parte del diseño en
la composición de borduras, son elegidas por su textura, color y aroma.
Algunos consejos a
la hora del color….
La
luz natural es un factor primordial en la composición durante el día y a lo
largo del año.
Debemos
pensar en el atractivo de la planta no solo cuando está en flor, sino que sus
hojas, tallos y frutos, también jugarán un rol importante.
Hacer
uso de los efectos de acercamiento de los colores cálidos y la sensación de
distancia de los fríos en las distintas dimensiones de los espacios a diseñar.
Debe
pensarse siempre en el efecto, (fuerte o etéreo) o en el estado de ánimo
(tranquilidad, alegría, pasión) que se quiere lograr con el uso del color y las
texturas.
Es
importante tener en cuenta que todas las partes de la planta tienen color:
flores, estambres, hojas, tallos, troncos y frutos.
Tanto
en el diseño de un jardín como en la elección de una planta, el color formará
parte de un todo, con el volumen, la textura y la forma.
Los
mejores efectos se logran al crear focos
de interés en el jardín que se alternen con silencios (donde nada pase), para
que el ojo pueda descansar y no
saturarse de información y colorido.