Como en un patio andaluces….Un jardín de malvones!!!
Desde el fondo de mis recuerdos asoman estas plantas, asociadas a seres entrañables de quienes habíamos recibido el gajito. Formaban parte de la cultura popular, la facilidad de su cultivo y reproducción los hacían accesibles para todos, ya se tratara de ubicarlos en macetas, al sol, en el jardín y hasta en la infaltable lata. Solíamos distinguirlos como…el malvón rojo de la tía María…o el malvón blanco que me regaló mi hermana Estela…
Los malvones son herbáceas perennes que se utilizan tanto en jardines como en macetas. Hablar de malvones es sinónimo de geranios. El género pelargonium del latín pelargos, cigüeña. Se los considera especies rústicas ya que necesitan pocos cuidados.
Es el protagonista del sol. Muy fácil de cultivar, los malvones se destacan por su gran resistencia y al calor mas extremo. Las variedades más comunes son:
Malvón común: es el tipo de geranio más popular. Perenne y no ramificado tiene una altura de 30/50 cm en variedades compactas, aunque solemos ver plantas que llegan hasta los dos metros. De flores simples y dobles provistos de pétalos alargados. Es la preferida por su floración estival.
Malvón pensamiento: Planta erguida y muy ramificada que alcanza una altura de 50/1.50cm de altura. Sus hojas redondeadas y flores grandes, con pétalos de colore blanco hasta casi negro y con manchas en el centro. Florece para el mes de octubre.
Malvón hiedra: Especie muy frondosa de hojas lobulosas terminadas en punta, de color verde brillante y de consistencia algo rígida y carnosa. Sus flores de numerosos colores que van desde el blanco al rojo, pasando por los lilas. Algunas variedades son bicolores.
Años atrás se vieron las primeras novedades que formaban matas bajas de hasta 60cm de altura y muy ramificadas desde su base, con flores densas a veces dobles y hojas con bandas de diferentes tonos y muy atractivas.
En ventanas y terrazas…
Ideal para macizos o borduras mixtas del jardín, pero las plantas de geranios son indudablemente “las reinas de los balcones” ya que con pocas gotas de agua y mínimos cuidados, podemos lograr una hermosa manifestación de color.
El volumen de la maceta debe ser proporcional al tamaño de la planta; deberá tener suficiente sustrato como para que las raíces encuentren un buen medio en el que se desarrollen.
Tareas para el invierno.
1-Retirar las plantas antes que hiele y sacudir para eliminar la tierra sobrante. Recortar los tallos y las raíces y eliminar las hojas.
2-Colocar las plantas sin que se toquen en bandejas con cómpost y perlita.
3-Colocar los geranios en lugar cálido y con buena luz hasta que aparezcan los vástagos nuevos. Colocarlos en macetas.
Cuidados:
-Riego: En verano precisan agua en forma moderada, pero solo lo suficiente para mantener el sustrato siempre con un poco de humedad, sobre todo si está en plena floración. En invierno necesita poco agua, es conveniente que la tierra este más bien seca. Aún mejor será conveniente que la planta repose en un lugar iluminado lejos de las heladas, regando lo necesario para que no se muera. Odia los encharcamientos. Necesita buen drenaje.
-Temperatura: Tolera las altas temperaturas. En invierno no deben exponerse a temperaturas bajo cero.
-Abono: Es conveniente abonarlo cada 15 días con fertilizantes ricos en potasio, durante la época de crecimiento, es decir entre la primavera y fines de verano. La carencia de nutrientes provoca un crecimiento lento y amarilleamiento de las hojas y escasas flores.
-Luz: Adora el calor, el sol directo y las exposiciones muy iluminadas. En semi-sombra da pocas flores.
-Poda: Al final de invierno o principios de primavera hacer una poda severa cerca del suelo. De esta forma estimularemos a nuevos brotes. Aprovechar el material para hacer gajos. Despuntar con frecuencia para que salgan brotes laterales, cuantos más tallos, más flores.
Patricia López.
Roxana Wolojviansky.
Diseñadoras paisajistas.
tallerdejardinerialasmanosenlatierra@hotmail.com
